Cuando una persona toma la decisión de ir a terapia llega con la expectativa de que el terapeuta le resuelva su problema, sin embargo es importante aclararle desde la primera sesión que sólo seremos un acompañante en el proceso terapeutico, que la responsabilidad de que verdaderamente se alcance el objetivo es responsabilidad única de él, el terapeuta sólo lo guiará por medio de diversas estrategias.
Lo que se pretende en el proceso terapeutico es establecer la empatía con el cliente, que es el clásico ponerse en el lugar del otro, es decir, escucharlo, comprenderlo y aceptarlo.
- Hacerlo tomar conciencia, darse cuenta y tomar la responsabilidad de sus acciones.
- Aumentar la autoeficacia , para que sea capaz de desarrollarse por él mismo.
- Hacer crecer su autoestima, el respeto y el valor como persona.
- Es necesario establecer metas y prioridades
- Darle alternativas, por medio de planes de acción y analizar los posibles obstáculos que se podrían presentar.
- Y sobre todo es importante aumentar y lograr mantener la motivación y el compromiso hacia la meta.